Existen varios tipos de Camaras IP en el mercado, cámaras Camaras IP y Cámaras WiFi CCTV.
Las cámaras cableadas permiten su instalación en lugares alejados y con obstáculos que una cámara con WiFi integrada no podría salvar o vería en gran medida deteriorada su señal.
La conexión de una cámara vía WiFi, nos aporta gran comodidad de cara a la instalación de nuestro sistema de videovigilancia gracias a la ausencia de cables, que nos ahorra la búsqueda de la mejor ruta y el salvado de paredes y obstáculos que implica usar un cable.
Es necesario mencionar que en términos de seguridad, la transmisión de la señal de vídeo una cámara por WiFi no es la mejor solución, por lo susceptible de ser «hackeada» o bloqueada con inhibidores de frecuencia, pero es una buena opción a tener en cuenta en caso de que sea la única solución posible, que se limite a un pequeño tramo bien protegido del acceso exterior o simplemente queramos asumir el riesgo o bien, la destinemos a otro menester que no sea la videovigilancia, os indicamos cómo hacerlo.
Camaras IP
¿Cómo conecto mi cámara IP por WiFi?
Para comenzar, necesitamos utilizar un dispositivo que sea capaz de transmitir por Wifi, como puede ser un repetidor WiFi o un router, lógicamente con WiFi integrado.
El proceso es tan simple como conectar la cámara IP a nuestro dispositivo WiFi mediante Latiguillos UTP y será éste quien se encargue de la transmisión de la señal a nuestro grabador.
Existen múltiples soluciones, como podría ser el acceso a la cámara directamente desde un ordenador o tablet, siempre que se encuentre en el radio de cobertura del transmisor, como acoplarla a un servidor ya sea físico o virtual para conseguir acceder a las imágenes a través de internet desde fuera de casa.
El caso más básico consiste en conectarla a nuestro router, para lo que necesitaríamos únicamente enlazar el dispositivo transmisor a nuestro router central y así tener acceso desde nuestra red local.